Eres dulce...
tentadora
juguetona.
Un trigal en espigas,
una noche de luna,
una copa de vino,
una pena escondida,
una lagrima silenciosa,
un
te amo.
Amo tus labios, porque en ellos bebo
la noche larga de encontrarnos juntos...
bebo el vino dulce de tus besos
y me queman aun cuando se fueron.
Amo tus ojos porque en ellos miro
la claridad de tu alma, o la sombra mía
o la espesura de estos nostalgiosos
versos -que no se escribir
pero te escribo-.
No quise amarte. Te lo juro, vida.
Pero al amar tus ojos,
al amar tus besos,
al amar tu boca,
te fui amando un poco...
...hasta amarte
TODA.
No hay comentarios:
Publicar un comentario