viernes, 23 de septiembre de 2011

Desde y Hasta

Eres dulce...

tentadora

juguetona.

Un trigal en espigas,

una noche de luna,

una copa de vino,

una pena escondida,

una lagrima silenciosa,

un 

te amo.

Amo tus labios, porque en ellos bebo

la noche larga de encontrarnos juntos...

bebo el vino dulce de tus besos

y me queman aun cuando se fueron.

Amo tus ojos porque en ellos miro

la claridad de tu alma, o la sombra mía

o la espesura de estos nostalgiosos

versos -que no se escribir

pero te escribo-.

No quise amarte. Te lo juro, vida.

Pero al amar tus ojos,

al amar tus besos,

al amar tu boca,

te fui amando un poco...

...hasta amarte

TODA.

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